
La tecnología avanza. Muy rápido. Con el tiempo estos problemas podrán solucionarse pero hoy, si quieren que su teléfono que saque buenas fotos lo mejor es que no busque un móvil con cámara sino una cámara de fotos a la que le hayan puesto un teléfono detrás. La idea no es nueva, aunque tiene más tirón en Asia que en Europa. Estas navidades, sin embargo, veremos en nuestras tiendas la enésima encarnación del concepto de la mano de Samsung y bajo el nombre de G800.
La G800, que sale a la venta en pocas semanas —diciembre-, es una cámara de cinco megapíxeles, pantalla de 2,4 pulgadas y zoom óptico interno de tres aumentos a la que, de casualidad, le ha crecido un teléfono HSDPA —estas siglas hacen referencia a una velocidad de transmisión de datos, a través de la red telefónica, de 3,4 Mbps-. El precio a pagar, aparte de los 540 euros que costará liberado, es que como teléfono resulta un poco más voluminoso y pesado que la media.
¿Recomendable? Yo soy de los que prefiere llevar un teléfono y una cámara compacta si es necesario. Por lo general la calidad de la cámara del teléfono me basta para tomar fotografías de algo que veo en la calle y me resulta curioso. La cámara está bien cuando te vas de cena con los amigos, de viaje… pero en esas situaciones no me importa cargar con dos aparatos. Para eso le ponen dos bolsillos al pantalón, ¿no?
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